(Dime) qué escribir cuando se ha penado la pena ya y la pena es uno mismo y la pena es un mar, un ahogo, un abismo, un silencio, un retumbar.
Qué llenar, por qué seguir, por qué seguir preguntando, por qué esperar, qué esperar, cuánto esperar, a quién creer, con quién llorar.
Qué sentir, cómo reaccionar, qué crear, por qué no dormir.
El nombre de la inquietud, la cara del desasosiego, una culebra, una cruz, un símbolo del misterio.
Una cripta sin tesoro, un tesoro imaginario, un aventurero loco, un viaje innecesario.
Una ausencia pesada, un marchar errático, una visión ponderada, un seguir rutinario, un alcanzar la mano con la mano, que es la mano.
Un sí mismo en sí y todo de nada, una risa, la tripa llena, el sol, la almohada.
La comedia forzada, el drama enterrado, el final sin historia, el bosque y su claro.