lunes, 28 de julio de 2014

La virgencita

—...Aquí no hay curitas, votamos en la asamblea que Dios no existe, democráticamente. [...] 
—Pero vos llevás una medalla de la Virgen de la Plata al cuello, mi chola. 
—¡Claro! La virgencita sí existe. Lo votamos también, en la misma asamblea. No hubo ni un voto en contra. 
—Ah, menos mal. Yo también llevo mi medallita.


Huye de mí, rubio, Óscar Esquivias