Es curioso: a medida que avanzaba, su lectura se me iba antojando una reafirmación casi innecesaria de mis propios puntos de vista, pero a la vez no recordaba haber tenido nunca dicha sensación tan agudizada con otros autores, con lo que la experiencia era extraña y, a su modo, cautivadora.
![]() |
Bertrand Russell |
La buena vida es una vida inspirada por el amor y guiada por el conocimiento.
Este énfasis en potenciar y armonizar ambas cosas, amor y conocimiento, en pos de alcanzar la mejor vida posible, me parece clave. Cualquiera de los dos sin el otro, está destinado a ser insuficiente y perjudicial. Los dogmas suelen exacerbar el papel del amor y olvidar el conocimiento, mientras que la ciencia, nuestra fuente más fiable de conocimiento, no se ocupa de la bondad. Es por ello que nos corresponde a nosotros, cada uno de los que tenemos nuestro nicho de influencia en este mundo, perseguir vidas con tanto amor y conocimiento como sea posible. Siempre se puede alcanzar más de ambas cosas, por lo que es un camino por el que siempre se puede avanzar.
![]() |
Portada del libro |
Cuando mi madre, muy católica, vio el título del libro, Por qué no soy cristiano, no se escandalizó (la voy acostumbrando). Al contrario, en seguida me dijo que se lo dejara leer una vez lo terminara yo. "Para conocer al enemigo", añadió con cierta guasa. No sé hasta qué punto es consciente de que, con algo de retranca, sí, pero me estaba considerando su enemigo. Lo que sé perfectamente es que no me trata como tal ni mucho menos, y por eso y por otras mil cosas -como el hecho de que se quiera leer un libro que sabe que va contra sus firmes ideales-, la quiero más de lo que se puede decir.
Por mi parte, por recomendación, le tengo echado el ojo a algunos libros de C. S. Lewis y Chesterton en los que hacen apología del cristianismo. No es que me haya faltado la perspectiva religiosa en la vida -he recibido multitud de catequesis e influencias, y me he informado de los principales argumentos a su favor-, así que dudo muy seriamente de que me vayan a convencer de nada. Pero siempre los puedo leer para descubrir nuevas perspectivas (tengo especial curiosidad sobre Chersterton) y para crecer en erudición.
Para eso, o para "conocer al enemigo", como dice mi madre.