viernes, 29 de marzo de 2013

Waiting for Lefty (1935), de Clifford Odets [7 de 50]

Esta entrada es parte de mi reto de Leer 50 libros en 2013


Origen: lectura académica.

Esta fugaz obra teatral presenta varias escenas personales en torno a la reunión de un sindicato de taxistas que están esperando a su principal líder, Lefty, para decidir si hacen huelga o no.

La versión que he leído no tiene portada, así que he elegido esta imagen para la reseña por entender que representa bastante bien lo que transmite esta obra: aúna el sentimiento comunista (de ahí el puño en alto, el saludo comunista) con el patriotismo americano. Me ha parecido una obra muy funcional, en el sentido de que se nota que el autor buscaba transmitir un mensaje político-social muy claro y directo a su público, haciéndole casi protagonista de la historia (los personajes de la obra se dirigen a las personas del público como si éstos fueran los sindicalistas, y de entre el público salen voces que interactúan con la acción del escenario). En ese sentido se podría considerar literatura menor y casi deleznable (si, como suele ser costumbre, no somos amigos de las moralejas - y menos las explícitas). Pero la descripción de las situaciones que llevan a lanzar este mensaje justifican mucho el hecho de que dicho mensaje esté ahí. Es decir, se puede justificar el valor literario del texto ajenamente a su -obvia- función adoctrinante. ¿Por qué? Pues esencialmente porque tiene personajes tristemente universales, trabajadores hasta la extenuación y casi esclavos en un sistema en el que parece abundar la riqueza (pero que queda concentrada entre unos pocos). Y por esto mismo la obra no ha perdido sentido en nuestra sociedad ochenta años después de ser escrita, y con toda seguridad, por triste que sea, no lo habrá perdido dentro de cien años tampoco.

Los protagonistas, que son prácticamente corales, evidencian las fuertes desigualdades que tienen que afrontar frente a otras personas más agraciadas por el sistema, a pesar de trabajar a destajo. Estas situaciones se enfatizan con sus dramas personales: una familia que no se puede mantener, una relación amorosa frustrada, una gran carrera profesional truncada, etc. Durante el transcurso de la obra se presencia cómo los trabajadores, pese a que temen perder su trabajo por hacer huelga, se van convenciendo de que su situación ya es desesperada y apenas tienen nada que perder, por lo que es preferible arriesgar su vida peleando por conseguir algo que continuar malviviendo.

El título, a mi parecer, tiene cierta retranca. Desde el principio del libro parece que no se puede hacer nada sin la presencia del tal Lefty, pero con el final se nota que el mensaje que el autor quiere lanzar es el de que no hace falta esperar a Lefty, ni a nada ni a nadie; hay que despertar, ser conscientes de nuestra situación y afrontarla luchando por mejorarla.

Intenta ser, en definitiva, un revulsivo a la apatía y al temor a quejarse y querer cambiar las cosas para mejor.

Lo mejor: refleja realidades atemporales de trabajadores explotados y la corrupción del poder.
Lo peor: es conscientemente tan directo que parece un panfleto político.

Nota: la traducción española creo que se llama Esperando al Zurdo.